Terminación del proyecto de Fundación Bolívar
El programa de generación de capital social Enconjunto, de la Constructora Bolívar, tiene como objetivo generar capital social entre los habitantes de los conjuntos residenciales construidos a través del acompañamiento a la verificación y el cumplimiento de logros en tres frentes, ambiental, convivencia y administrativo- financiero en más de 300 proyectos de vivienda en varios municipios del país. La constructora solicitó a la Universidad de los Andes, a través del Cider, una investigación evaluativa de este programa.
Este proyecto empezó en enero de este año y tenía como objetivo principal retroalimentar la implementación oportunamente para ofrecer alternativas de mejoramiento, para brindarle a la Constructora Bolívar un panorama más claro de sus acciones para creación de capital social en los conjuntos de vivienda de interés social. Vale la pena resaltar que este objetivo es formativo pues el programa se encuentra en fase de ejecución. En este orden de ideas, la evaluación analiza el programa en cuanto a su coherencia o validez interna, su capacidad de generar capital social en los conjuntos y en cuanto a su capacidad de producir resultados de largo plazo. Además de esto, el proyecto busca proporcionar lineamientos concretos para mejorar las prácticas de programas de acompañamiento social orientados a generar barrios y ciudades incluyentes y equitativas, en concordancia con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11, que es una de las metas tanto de la Constructora Bolívar con su programa Enconjunto como de la línea de investigación de planificación, gobernanza y desarrollo territorial del Cider, especialmente en sus trabajos sobre vivienda, ciudadanía e inclusión.
El equipo de trabajo, dirigido por la profesora del Cider Adriana Hurtado, incluyó a la profesora Friederike Fleischer del Departamento de Antropología, al profesor Stefano Anzellini y a Niyereth Vélez del Departamento de Arquitectura y a Iris Medellín como asistente graduada del Cider. A raíz de la emergencia del COVID-19, también se vincularon al proyecto 11 residentes de los proyectos de vivienda como auxiliares de campo en los distintos municipios que ayudaron a reorientar el trabajo de campo hacia lo virtual.
La metodología utilizada en la evaluación fue una metodología mixta que incluyó revisión de documentos del programa; un análisis arquitectónico espacial basado en mapas, planimetría y levantamiento de datos; y un análisis social con base en encuestas y entrevistas a residentes, grupos focales y observación de espacios y sus usos, en una selección de conjuntos del programa Enconjunto. Este último punto correspondió al trabajo de campo realizado de manera virtual con la ayuda de los auxiliares de campo que recibieron capacitación y orientación para el trabajo de manera remota. Para finalizar, se hizo una sesión de evaluación conjunta con el equipo de la Constructora en la que se identificaron los problemas y las fortalezas del programa.
Los hallazgos del estudio se estructuran en tres ejes relevantes para una evaluación formativa: la relevancia del programa, su efectividad o logro de objetivos, y su capacidad para contribuir a los resultados de largo plazo. Para cada uno de estos ejes se propusieron lineamientos de mejora para el programa de Enconjunto. La recomendación general del estudio es que el programa se piense más como una caja de herramientas que apoya y ayuda a los residentes a responder a sus necesidades cuándo y cómo lo necesiten, que como un programa de educación implementado de la misma manera en todos los contextos. Así, el programa contribuiría en una mayor medida a aumentar la satisfacción con su vida residencial y la convivencia en los proyectos de la constructora.
Si le interesa este tema, le invitamos a leer la nota sobre el artículo
“The Normalization of Bogota Social Housing Residents: Class Tensions in Third World Urban Peripheries” aquí.
