Desde hace al menos 70 años, el Desarrollo (con “D grande”, como propone Gillian Hart) ha sido un leitmotif en las políticas y proyectos de gobiernos y organizaciones internacionales, que lo han invocado para impulsar inversiones, reformas institucionales y hasta operaciones militares. Por esta misma razón, el Desarrollo es también una señal de alerta para organizaciones ambientales y comunidades marginadas, pues saben que puede significar mayor acceso a educación, alternativas de subsistencia y bienestar, pero también fractura y devastación—como ilustra el documental de Diana Gómez Correal y Julián Idrobo titulado Territorios Impostergables. Las tensiones y conflictos que suscita el Desarrollo hoy son un tema central de nuestra Maestría en Estudios Interdisciplinarios sobre Desarrollo y, este semestre, serán objeto de una serie de cinco seminarios virtuales titulada Debates Contemporáneos sobre Desarrollo:
1. Los ODS: ¿utopía o espejismo? Visiones críticas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, organizado por Gonzalo Vargas, 19 de agosto inscríbete aquí
2. Adopción de las buenas prácticas de la OCDE: Conveniencia, retos y limitaciones de la implementación del recetario OCDE, organizado por Jairo Santander Abril, 2 de septiembre inscríbete aquí
3. Infraestructuras del cuidado y ciudadanía, organizado por Adriana Hurtado Tarazona, 30 de septiembre inscríbete aquí
4. Democratización y neo-extractivismo, organizado por María Cecilia Roa, 28 de octubre inscríbete aquí
5. Mujeres de Abya Yala, Améfrica y Nuestra América tejiendo alternativas al desarrollo, organizado por Diana Marcela Gómez, 25 de noviembre inscríbete aquí
En el resto de este artículo les contaré sobre el primero de estos eventos. Mi interés en el primer debate surgió a finales del semestre pasado, en uno de los cursos de la Opción en Desarrollo. Al igual que en todos nuestros cursos, nos interesa presentar a los estudiantes diferentes visiones sobre un mismo asunto, con el ánimo de que se puedan formar un juicio propio. ¿Pero acaso hay varias visiones sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible? ¿No se supone que hay un consenso global?
El mosaico multicolor que simboliza los ODS posiblemente sea una de las marcas más reconocidas hoy, pero desde su expedición en 2015, han surgido voces críticas desde diferentes esquinas. El semanario The Economist les dedicó no uno, sino tres artículos críticos y los calificó como “peor que inútiles”. Por su parte, el economista William Easterly observó que muchas de las metas propuestas son inconmensurables, inalcanzables y voluntarias, por lo que no reflejan un auténtico compromiso político internacional hacia la sostenibilidad.
En un estudio de 2017 se encontró que hay sinergias entre varios ODS (por ejemplo, entre el ODS 1, que es poner fin a la pobreza, y la mayoría de ODS), pero también hay trade-offs cruciales: por ejemplo, la evidencia indica que, con la tecnología y patrones de consumo actuales, el avance en la mayoría de ODS tendrá que hacerse a costa del ODS 12, que se refiere al consumo y la producción sostenibles (y que curiosamente cambió de nombre en la publicidad oficial de los ODS, en donde “sostenible” fue reemplazado por “responsable”). La redacción del ODS 12 fue un proceso de intensa negociación política, como lo reportaron tres investigadores del IISS: las propuestas de delegaciones de Asia y América Latina para incluir metas específicas en áreas como la eficiencia energética en los países más desarrollados fueron rechazadas; como resultado, la versión final del ODS 12 solamente incluye compromisos generales, evita las metas concretas y opta por compromisos blandos: “alentar”, “promover”, “reducir considerablemente”. Otros observadores hicieron críticas parecidas en relación con los derechos humanos. El mes pasado, el saliente Relator Especial de Naciones Unidas para la Pobreza Extrema y los Derechos Humanos declaró que “en cambio de crear una hoja de ruta para que los gobiernos ataquen los problemas de nuestro tiempo, el esfuerzo alrededor de los OSD se ha ido en hacer posters coloridos y reportes anodinos”.
Aunque en Colombia hay numerosas y célebres voces críticas sobre el Desarrollo—como Arturo Escobar—no parece haber tantas en relación con los ODS. El seminario virtual del 19 de agosto a las 6 pm será una oportunidad para escuchar algunas de ellas; invito a las lectoras y lectores a verlo y a formarse su propia opinión.