El coronavirus se transmite como la gripa, por el contacto con secreciones de humanos infectados. Pero el dengue no. Según lo reportado por la Organización Panamericana de la Salud, en América Latina el número de casos reportados de dengue en 2019 superaba ampliamente los 3 millones (127.000 en Colombia) y en enero de 2020 iban más de 125.000 contagiados en la región. Este virus lo transmiten los mosquitos que se reproducen en aguas cálidas y estancadas de las ciudades del trópico. Las aguas de los barrios que no tienen acceso permanente al líquido, donde las familias deben almacenar el agua cuando hay o cuando llueve. O en los charcos que se forman en las calles, en los parques o en la basura después de la lluvia. Esas aguas tibias y quietas son el hábitat del mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue y otros virus, que hasta ahora, son de igual o mayor morbilidad y mortandad que el coronavirus.
La gran diferencia entre los medios de transmisión de los virus mencionados es que las aguas estancadas están mucho más cerca de los barrios nuevos u olvidados, donde hay que almacenar el agua dentro de las casas, donde a veces no hay servicio de alcantarillado, o donde el agua lluvia se estanca en las calles. Este será el foco de la investigación que inicia este mes en las ciudades de Barranquilla y Buenaventura, ciudades con precarias condiciones de servicios de agua y saneamiento en barrios donde se concentra población marginada de los círculos del poder que rondan el agua.
El objetivo general del proyecto es documentar y analizar los contextos y dinámicas de la reproducción del mosquito y la propagación de las enfermedades que transmite (dengue, chikungunya y Zika) en las dos ciudades. Se hará una compilación de información sobre las causas que subyacen a la omnipresencia de estas enfermedades que afectan a un gran número de comunidades en barrios caracterizados por la falta de servicios de agua. Una comprensión más profunda de los aspectos cotidianos que rodean 1) la proliferación del Aedes aegypti en su relación con el almacenamiento de agua y 2) las experiencias y conocimientos sobre las enfermedades, contribuirán a que las prácticas y políticas de agua y la salud pública estén mejor informadas. Es decir, la investigación contribuirá a las prácticas y políticas que eventualmente disminuirán la proliferación de Aedes aegypti y con ello contribuirán a la erradicación del dengue, el chikungunya y el Zika.
Se hará un examen de los factores biofísicos, sociales, culturales y políticos que determinan las condiciones diferenciales de las prácticas de almacenamiento de agua, la reproducción del mosquito y la particular vulnerabilidad de las mujeres a las enfermedades transmitidas por los mosquitos, en los barrios de Barranquilla y Buenaventura. El proyecto propone un análisis comparativo de barrios de estas dos ciudades, principales puertos del país donde las enfermedades transmitidas por mosquitos han socavado históricamente el bienestar de las comunidades. Debido a su ubicación geográfica en las costas del Atlántico y el Pacífico tropical, estas ciudades son muy vulnerables al cambio climático y a los fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones y sequías, lo que supone un riesgo importante para sus habitantes, especialmente para las mujeres, que son las encargadas de administrar y tomar decisiones sobre el agua, el saneamiento y los espacios y técnicas de almacenamiento de agua en el hogar.
A través de un análisis de las prácticas de almacenamiento de agua de las mujeres y de sus conocimientos, creencias y experiencias de enfermedades pasadas y actuales transmitidas por mosquitos, este proyecto pretende exponer problemas sociales, institucionales, de gobernanza e infraestructura más amplios, que explican la intermitencia del suministro de agua y obstaculizan las respuestas eficaces para prevenir la propagación de virus como el dengue, el zika y el chikungunya. Dado que la comprensión y el tratamiento del problema del almacenamiento y la gestión del agua es una condición crítica para que las políticas y prácticas de agua/salud pública sean más completas, este análisis se complementará con estudios de productividad de las pupas en los sistemas de almacenamiento, para estimar la relación entre contenedores específicos como baldes y tanques de plástico, y la reproducción del mosquito.
En países como Colombia, donde el almacenamiento de agua en espacios domésticos es una respuesta predominante a las sequías e inundaciones y a los servicios ineficientes de abastecimiento de agua en barrios de bajos ingresos, la comprensión tanto de las prácticas como del contexto socioeconómico del almacenamiento de agua (y la posterior propagación del Aedes aegypti) es un primer paso fundamental para modificar las prácticas y las políticas. Trabajando en colaboración con las mujeres, las organizaciones comunitarias de abastecimiento de agua y los funcionarios de los servicios de salud y de abastecimiento de agua, el proyecto ayudará a crear capacidad local y a influir en la formulación de políticas para reducir la presencia de Aedes aegypti en las zonas afectadas y vulnerables, y a considerar enfoques que tengan en cuenta el género en sus intervenciones en materia de salud pública y servicios de abastecimiento de agua. Esto, a su vez, se reflejará en una mejor salud y calidad de vida de las personas, así como en una mayor capacidad institucional.
La investigación se hará en colaboración entre el Instituto de Estudios para el Agua – IHE de Holanda, el Laboratorio de Enfermedades Tropicales y el Departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte de Barranquilla, la Fundación Evaristo García con sede en Cali, el Instituto Nacional de Salud, el Comité por la Defensa de la Vida del Agua de Buenaventura, la empresa Tripe A de Barranquilla, las secretarías de salud de las dos ciudades, y el Cider de la Universidad de los Andes. La financiación proviene del gobierno de Holanda, a través del Programa Alianza del IHE-Delft para el Agua y el Desarrollo.
Se espera que en los 18 meses que dura el proyecto, contribuya a generar capacidad local para aminorar la fuerte carga en la salud y el bienestar de las comunidades portuarias de Colombia. Este nuevo conocimiento será también importante a medida que, como consecuencia del calentamiento global, el mosquito encuentre nuevos nichos ecológicos a mayor altura, en las aguas quietas y cálidas donde se puede reproducir y que circundan a los humanos de los que se alimenta.