Poder quedarse: el potencial de las ciudades intermedias en Colombia
Por: Angie Gamboa Molano
egresada de la Maestría en Planificación Urbana y Regional del Cider de la Universidad de los Andes. Blog: https://anfagama.wixsite.com/relatosciudadanos
Hace 10 años, aproximadamente, mis amigos me preguntaban qué había de bueno en Tunja. Me decían que en Tunja no había nada que hacer, que es pequeña y aburrida. Tengo que reconocer que la mayoría de las veces no los contradecía. Jaime Garzón, en 1997, realizó una conferencia en la Corporación Autónoma de Cali. En ella indicaba que muchos de los colombianos no sabemos de dónde somos ni para dónde vamos, no tenemos sentido de pertenencia e identidad. Y, lastimosamente, creo que en ese momento de mi vida, eso me pasó.
Unos años atrás decidí investigar sobre la ciudad donde nací. “Tunja” en chibcha es Jucnza o Tchunza. De acuerdo con el portal web.archive.org, estos vocablos significan: “varón poderoso” o “varón prudente”. Tunja es una ciudad que se caracteriza por su valor histórico, arquitectónico y cultural. Es una tierra en la que emergió parte del ánimo patriótico e independista. Simón Bolívar la llamó “Cuna y taller de libertad”.
Entre otros aspectos a destacar, según el análisis realizado por el Banco Mundial en 2016, es que tanto el departamento de Boyacá como Tunja se caracterizan por ser lugares muy seguros. Por otro lado, de acuerdo con el Consejo Privado de Competitividad, en el índice de Competitividad de Ciudades, Tunja se encuentra en el quinto lugar a nivel nacional.
Esta ciudad le ofrece la oportunidad de devolverse en el tiempo, de llevar en su día a día una vida más tranquila y, sobre todo, la oportunidad de vivir sin tanto afán. Por sus calles y barrios aún se puede caminar con tranquilidad, característica que es difícil de encontrar en las grandes ciudades. Usted podrá realizar varias actividades en solo un día y le sobrará tiempo para sentarse a tomar un café y disfrutar el paisaje en la Plaza de Bolívar o el también llamado Centro Histórico, declarado por la UNESCO como patrimonio de la Nación en 1959.
Aunque antes no era consciente de aquellas bondades y ventajas, ahora pienso que si tan solo dependiera de mí, nunca me hubiese ido de aquella ciudad. Definitivamente, la inseguridad y la imposibilidad de movilizarme me hacen querer devolverme a Tunja.
En 2010 tuve que irme al no encontrar oportunidades laborales. Por lo cual emprendí la búsqueda de trabajo en Bogotá; ciudad en donde actualmente vivo y trabajo. Esta situación no solo me pasó a mí, sino a varios de mis compañeros de trabajo: Diego (Duitama), Karen y Cata (Sogamoso).
Pese a que queramos continuar viviendo en las ciudades en las cuales nacimos, no podemos permanecer en ellas. Esto debido a que las grandes ciudades concentran la mayor oferta de servicios, bienes y oportunidades laborales que son necesarias para vivir.
Un reto importante en términos de planeación es generar las condiciones para que en estas regiones y ciudades intermedias se evite la migración a las ciudades que actualmente se encuentran bastante densificadas. Estas condiciones deben estar enfocadas en fortalecer el consumo local, mejorar la infraestructura existente, generar clúster de nuevos negocios acorde a la vocación del territorio para así generar la oferta de trabajo adecuada y garantizar la permanencia de la mano de obra calificada en estas regiones. Esto a su vez contribuiría a aportar el conocimiento que permitiría valorizar estas ciudades intermedias.
Colombia cuenta con muchas ciudades y pueblos que tienen sus propias historias, características, bondades y escenarios por resaltar y esto permite planear los territoritos desde diferentes perspectivas (no necesariamente las convencionales), como podrían serlo: la identidad, el arraigo y el sentido de pertinencia, es decir, las costumbres propias de cada región.
Por lo que, en términos de política pública, es una invitación a descongestionar las grandes ciudades mediante la generación de desarrollo y oferta laboral en estas ciudades intermedias para reducir la migración.
Por último, si usted no conoce Boyacá o Tunja, lo invito a hacerlo (eso sí, cuando sea posible) para que se enamore tanto o más que yo de esa tierra forrada de tapetes verdes y cultivos de todos los colores.
Referencia
Ocampo, J. (21 de marzo de 2018). El nombre de Tunja. Internet Archive Wayback Machine. Recuperado el 14 04 2021 de: https://web.archive.org/web/20071215070211/http://www.tunja.gov.co/?idcategoria=1987