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Dahiana Manjarrés: el trayecto de un sueño de paz y género

Dahiana Manjarrés: el trayecto de un sueño de paz y género Cider | Uniandes

 

El panorama de la situación actual parece estar salpicado, irremediablemente, por los rastros de la muerte, la desolación y la destrucción. Aun así, dentro de este sombrío escenario también abunda la luz de miles de personas que se han reinventado para lograr objetivos inaplazables. Una de ellas es Dahiana Manjarrés Espinosa, quien habla con entusiasmo y optimismo sobre su labor de implementación del enfoque de género en la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos, la cual hace parte de la Agencia de Renovación del Territorio adscrita al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República.    

Dahiana Manjarrés es magíster en Estudios Interdisciplinarios sobre Desarrollo del Cider de la Universidad. Su trayectoria profesional inició en el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) como analista de encuestas económicas realizadas al sector de industria, comercio y servicios. Continuó en el Ministerio del Trabajo, inicialmente brindando un acompañamiento a la coordinación de la Red de Observatorios Regionales del Mercado de Trabajo, los cuales tienen como objetivo proporcionar metodologías y capacitaciones para fortalecer la toma de decisiones en temas de mercado de trabajo, posteriormente era la encargada de  liderar las estrategias de inclusión laboral para la población que presenta mayores barreras de acceso al mercado de trabajo (jóvenes, mujeres, víctimas del conflicto).    

Esta economista de la Universidad Industrial de Santander manifiesta que su interés por los temas de género y construcción de paz surgió como consecuencia de su paso por el Cider y la relación de los temas allí estudiados con su simultánea labor en el Ministerio del Trabajo: “cuando yo encontré que la brecha de inserción laboral desfavorable para las mujeres se debía a su compromiso de asumir las labores de cuidado y trabajo doméstico, allí empecé a profundizar en esas brechas (…) y rápidamente me di cuenta que eso solo era la punta del iceberg. Encontré que la diferencia entre ser mujer ocupada o desempleada y realizar oficios en su hogar era sólo del 4%.”    

Por otro lado, el tema de la paz en Colombia también fue trascendental para ella. Siempre anheló relacionarse de alguna manera con la implementación de los Acuerdos de Paz y ese momento histórico para nuestro país “Yo recuerdo que le decía a Dios «mira, ¡déjame ser parte de esto!. Yo quiero tener algo que contarle a mis generaciones» (…) entonces busqué al profesor Carlos Zorro y le dije «Profe, hay un tema que arde en mi corazón. Profe, dame línea sobre esto: mujeres, paz, excombatientes, mercado laboral...» Él me escuchó y nos dimos cuenta de que no se había hecho nada al respecto. Entonces, él me aconsejó hablar con Camille Boutron.” Dahiana describe a Camille como su compañera de batalla para darle rumbo a este tema y quien luego se convertiría en la directora de su tesis de grado titulada La inserción laboral de las mujeres excombatientes en Colombia: un análisis desde la política Nacional de Reintegración Social y Económica (PRSE).   

Después de estudiar en La Haya, con una beca del gobierno holandés, Dahiana fue convocada a postularse en la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos para liderar la implementación del enfoque de género en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), cargo que asumió hace diez meses y hoy le permite ser parte de aquella misión “El compromiso central es la erradicación de los cultivos y a cambio acompañamos toda la implementación de proyectos productivos que les permitan la configuración de esquemas de generación de ingresos en la legalidad..  Ahora, ¿por qué es un reto impresionante? porque el 36% de estas familias son mujeres titulares del Programa, es decir, que estamos hablando de más de 35.000 mujeres que le apostaron a la sustitución voluntaria en Colombia en medio de un escenario de transición hacia la paz que requiere acciones afirmativas hacia el cierre de brechas de género presentes en la ruralidad colombiana y naturalizadas por el conflicto” Algunos de los logros que ha alcanzado dentro de este cargo han sido la institucionalización del protocolo de género del programa de sustitución de cultivos ilícitos, informes de género que ya han sido publicados, el aumento en la adjudicación de proyectos productivos para mujeres titulares, la participación de las mujeres en el ámbito público y espacios de toma de decisión “cuando yo llegué al programa teníamos 106 mujeres lideresas en sustitución, actualmente tenemos 266”.   

  

“El enfoque de género es la respuesta que damos como Estado a esa ausencia que hemos tenido por mucho tiempo en creer que las afectaciones del conflicto armado son iguales para hombres y mujeres. Y lo que nosotros estamos promoviendo en la Dirección es precisamente reconocer que los efectos del conflicto en Colombia han sido distintos. Y que el rostro de las mujeres y toda su reivindicación de derechos requiere de una atención especial, una atención diferenciada.”  —Dahiana Manjarrés—