Sistema agroalimentario y vínculos urbano-rurales y regionales
El primer bloque temático, que abordó los SAA desde el ángulo de los vínculos rural-urbanos en ámbitos regionales, fue moderado por Andrés Hernández, del Cider-UniAndes. En este bloque inicial se buscó analizar el papel de los sistemas agroalimentarios y de la agricultura en contextos periurbanos y en las transformaciones de los vínculos urbano-rurales. También se pretendió explorar y discutir los nuevos paradigmas y enfoques de ordenación de los espacios agrarios en contextos metropolitanos y de aglomeraciones urbanas. Se abordó asimismo el papel de las políticas y de los instrumentos de planeación territorial en el fortalecimiento de espacios agrarios periurbanos y de las cadenas cortas y sistemas alimentarios locales. Y finalmente, se invitó a debatir en torno a las fortalezas y/o debilidades de los sistemas agroalimentarios y el papel de los movimientos agrarios, agentes, agrupaciones y organizaciones campesinas en el fortalecimiento de vínculos urbano-rurales.
Como panelistas participaron Andrew Cummings, consultor independiente, de El Salvador; César Augusto Pinto, de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), de Colombia, y Andrea Padilla, Representante asistente de Programas de la FAO en Costa Rica. Los ponentes del equipo invitado por el CIDER, vinculados a diferentes proyectos y trabajos de investigación fueron: Angela Maribeth Martín; Vanessa Duarte; Mariana Gómez, de Corpovalle; Melissa Vélez, Javier Ríos y Allam Echeverri, estudiante del doctorado.
La ponencia de Angela Martín presento los resultados de un trabajo de investigación realizado en el marco del curso de retos del ordenamiento territorial rural de la especialización de gestión y planificación territorial del Cider, en torno al tema del Sistema Agroalimentario Regional que se ha configurado a partir de la economía Campesina, Familiar y Comunitaria (ECFC) y los vínculos urbano-rurales en la región Bogotá-Cundinamarca. El estudio se desarrolló analizando los elementos que caracterizan el sistema como un hecho regional y el papel de las tensiones y conflictos entre diferentes decisiones y regulaciones institucionales en el fortalecimiento y/o debilitamiento de la economía familiar y comunitaria.
En primer lugar, la investigación identifico tres tipos de interdependencias: la asociada a la producción, comercialización, intercambio y distribución de alimentos. La ECFC aportan alrededor del 65% de los alimentos de la canasta básica consumida en Bogotá, y protegen al abastecimiento de prácticas monopólicas y entrega una diversidad de productos primarios y transformados; la relacionada con la emergencia de colectivos, redes mercados y otras iniciativas alrededor del Sistema Agroalimentario Regional Bogotá- Cundinamarca y la relacionada con innovaciones normativas e institucionales que han surgido como efecto del acuerdo de paz y están orientadas a promover y fortalecer los productores locales. Un segundo elemento del hecho regional son las tensiones y conflictos normativos que impiden la consolidación sostenible y a largo plazo, del Sistema Agroalimentario Regional de base Campesina, Familiar y Comunitaria. Estas tensiones son de dos tipos: las institucionales y las socioeconómicos; estas últimas tiene que ver con desigualdades en la distribución de la propiedad rural, prácticas monopólicas y los procesos de expansión urbana dispersa y suburbanizacion que afectan suelos y vocaciones rurales de la económica campesina. Finalmente, se presentaron oportunidades y potencialidades que se derivarían del fortalecimiento de la ECFC en la región metropolitana.
La presentación de Vannesa Duarte se centró en exponer los lineamientos de política de ruralidad del municipio de Bucaramanga en Santander-Colombia, y las dos innovaciones desarrolladas durante el proceso de formulación del plan de desarrollo en el 2020, utilizando dos metodologías diseñadas por el equipo del Cider: la primera, la utilización de unidades territoriales de participación; y la segunda, la identificación de hechos regionales como el eje para definir los lineamientos de política rural. Los hechos y dinámicas identificadas fueron las siguientes: a) transformaciones territoriales y afectación de los servicios ecosistémicos por cambios en la cobertura y uso del suelo; b) formas de producción y sus vínculos con los mercados locales y regionales; c) conflictos de escala local y regional en torno al agua; d) gobernanza territorial, articulación institucional y organizaciones comunitarias y campesinas; y e) turismo comunitario, patrimonio y cultura campesina.
Mariana Gómez se refirió en su ponencia a los territorios y sistemas agroalimentarios, a partir de la experiencia del Plan de Ordenamiento Departamental del Valle del Cauca, con referencias a las problemáticas de los SAA; a la definición e identificación de territorios urbano-rurales homogéneos a partir de un conjunto de variables, al programa frutícola integral de este departamento y al mejoramiento de la infraestructura de soporte a los sistemas funcionales para mejorar la competitividad de territorios rurales. La ponencia de Vélez, Ríos y Echeverri abordó los factores de riesgo endógenos y exógenos de la SAN en Bogotá-Región asociados al funcionamiento del SAA como un “hecho regional”2, con una mirada multi-escalar y multifuncional, y señalaron asimismo algunas limitaciones del enfoque de desarrollo rural territorial, que si bien supera la visión sectorial de la ruralidad y propone una nueva agenda rural, no logra dimensionar las consecuencias de la reestructuración global de la producción de alimentos e insumos agrícolas, no incorpora en las estrategias de desarrollo rural los riesgos de la SAN asociados al funcionamiento del SAA, y no aborda de manera explícita los conflictos de uso del suelo.
Las presentaciones de Cummings, Pinto y Padilla se enfocaron respectivamente en la emergencia de capacidades de innovación y transformación de desigualdades urbano-rurales en El Salvador; ordenamiento territorial agropecuario en áreas metropolitanas y cadenas agroalimentarias o SAA, en el contexto colombiano, y la agenda urbana de alimentación de la FAO, con un foco de trabajo en la transformación de los sistemas agroalimentarios, relacionados con todos los ODS, y con los vínculos funcionales rural-urbanos en contextos de fuerte crecimiento principalmente de ciudades intermedias. Entre las ideas-fuerza derivadas de estas presentaciones, cabe mencionar la relevancia de los procesos de innovación en la construcción de alternativas de desarrollo territorial, así como la multi-escalaridad de aquéllos y éstas; la función crucial del ordenamiento territorial rural en regiones metropolitanas, y las relaciones sistémicas e interconexiones de los diversos sistemas alimentarios, incluyendo los agroalimentarios, en regiones o subregiones funcionales rural-urbanas asociadas a ciudades intermedias y a relaciones sinérgicas entre campo y ciudad. También cabe subrayar, en lo referente a políticas agroalimentarias y programas alimentarios, la necesidad de estudios sobre el abastecimiento territorial de alimentos, análisis de entornos alimentarios y diagnósticos de la situación nutricional de la población rural y urbana; la importancia de contar con estrategias municipales o supramunicipales tanto para la seguridad alimentaria local como para el fortalecimiento de las agriculturas familiares (AF) del cantón o microrregión y de su articulación inter-escalar con ámbitos regionales o subnacionales, con estrategias de desarrollo regional o territorial y con políticas nacionales territorializadas. Y en lo atinente a los vínculos funcionales rural-urbanos, son muy pertinentes los intercambios entre ciudades intermedias, como también entre ciudades-región metropolitanas y entre plataformas de concertación y planificación del desarrollo regional o territorial, en torno a la SAN, los SAA y las AF.
De las ponencias y la discusión en torno a ellas y a elementos de las presentaciones iniciales, se derivan algunas cuestiones relevantes:
La necesidad cada vez más urgente e imperiosa de abordar y revertir las crecientes desigualdades inter e intra-territoriales, disparidades urbano-rurales y exclusiones tanto históricas como emergentes, con expresiones concretas en los territorios y en los SAA;
la utilidad del abordaje conceptual y metodológico de “hechos” regionales, metropolitanos y territoriales3, para el estudio y comprensión de vínculos rural-urbanos y SAA, enmarcado a su vez en un abordaje territorial del desarrollo y con atención especial a las economías campesinas en su entorno territorial y regional;
el agrupamiento progresivo de zonas rurales productoras y proveedoras de alimentos en torno a las aglomeraciones urbanas y otros centros urbanos que conforman en cada país un sistema de ciudades interconectadas con sus espacios rural-urbanos circundantes y relaciones funcionales;
los esquemas asociativos intermunicipales y las mancomunidades de municipios como componentes de la interescalaridad territorial, como mecanismo de conformación de entidades supramunicipales, y como proceso de articulación entre municipios para abordar problemáticas que requieren de abordajes y búsquedas de soluciones para un conjunto de municipios en el cual tienden a combinarse lugares rurales, urbanos y rural-urbanos interactuantes;
la utilidad de diferenciar y caracterizar, en términos agroalimentarios, territorios oferentes o demandantes netos de alimentos, respectivamente rurales o urbanos, y territorios balanceados en términos de sus producciones y requerimientos alimentarios, incluyendo algunos rural-urbanos;
las múltiples funciones y funcionalidades de los SAA en procesos de ordenamiento ambiental y territorial, a diversas escalas; su importancia estratégica para la SAN tanto urbana como rural, y la relación entre sus transformaciones y las de sus entornos territoriales e impactos sobre la adaptación al cambio climático, la gestión integral de riesgos, la reducción de inequidades y el fortalecimiento de la cohesión social, algo especialmente relevante en territorios de alta conflictividad o en los cuales se impulsan iniciativas o procesos de paz;
los impactos positivos que puede tener el fortalecimiento de SAA sustentables en el desarrollo territorial y la reducción de brechas inter-territoriales; en la adaptación al cambio climático y su mitigación; en el tejido social y en la construcción de paz en territorios rurales y rural-urbanos;
las implicaciones para el abordaje de la relación entre SAA y desarrollo territorial de conceptos afines como los de sistemas agroalimentarios localizados (SIAL) o territorializados,4 sistemas de producción agrícola familiar, o sistemas territoriales de agricultura familiar, que destacan la naturaleza eminentemente socio-relacional y territorial de las AF;
la importancia medular de las identidades territoriales en los sistemas alimentarios y agroalimentarios; sus características local o regionalmente diferenciadas, así como la valoración y valorización de formas particulares de producir determinados bienes alimenticios y la afirmación de las propiedades identitarias y rasgos identificadores de los productos alimentarios del lugar;
los horizontes temporales retro-prospectivos necesarios al estudiar tendencias históricas o emergentes de los sistemas agroalimentarios y también de los sistemas territoriales, a diversas escalas, de los cuales forman parte, a fin de proyectarlas a futuro bajo diversos supuestos, construir escenarios, valorar opciones, formular apuestas estratégicas y movilizar en forma sostenida voluntades y recursos para impulsar su transformación y desarrollo a mediano y más largo plazo;
los alcances mayores de la multi- e inter-escalaridad de los sistemas alimentarios y agroalimentarios, que lejos de circunscribirse a los ámbitos locales y micro/meso/macro/regionales, en determinados contextos nacionales, alcanzan ámbitos transfronterizos, supranacionales y mundiales;
el reto de identificar unidades de análisis comparables en términos de escala, complejidad y trayectorias de los SAA en su relación con el desarrollo regional o territorial a lo largo del tiempo en América Latina, con su enorme variabilidad entre países5 y entre modalidades de organización político-administrativa y gobernanza territorial;
la cuestión fundamental de las relaciones de poder en los SAA, incluyendo las capacidades de negociación o imposición de condiciones por actores preponderantes en distintos eslabones de las cadenas de producción primaria, financiamiento, acopio, transportes, transformación, distribución, comercialización y consumo de bienes alimentarios de origen agropecuario o rural;
la necesidad de contar con políticas públicas y diseños institucionales innovadores que promuevan activa y efectivamente la sustentabilidad ambiental, económica, social y cultural de los SAA.