Apertura y panorámica general
El panel de apertura fue moderado por José Carlos Arze, del IICA, en coordinación con Jairo Rojas, de la Red Mesoamericana para el Desarrollo Rural y la UNAN-Matagalpa. En la apertura se presentaron las redes y entidades co-organizadoras y se introdujeron algunas temáticas y cuestiones de interés atinentes a los sistemas agroalimentarios en su relación con sistemas alimentarios mayores, incluyendo los urbanos. También se comentaron sus problemáticas y transformaciones; su abordaje en términos de políticas públicas; su observación y la gestión del conocimiento sobre ellos, y la construcción de coaliciones de cambio en torno a estos sistemas y su funcionamiento.
Andrés Hernández reconoció el aporte de las redes y entidades co-organizadoras, así como el aporte de panelistas y ponentes de diversos países latinoamericanos, y la relación temática del coloquio con las líneas de investigación del Cider. Catia Grisa explicitó la relación entre la temática de este coloquio y estudios realizados por las redes, incluyendo una publicación reciente sobre políticas públicas y sistemas alimentarios en América Latina, por la Red PP-AL, así como su afinidad de objetivos en torno a la transformación de éstos para hacerlos más sostenibles, saludables y justos. Se destacó la pertinencia de este encuentro presencial y virtual entre redes académicas, centros de investigación, organizaciones sociales, entidades públicas y organismos internacionales. Jairo Rojas subrayó el potencial de este coloquio como punto de partida para el diálogo político y de saberes, y para la gestión interdisciplinaria del conocimiento en temas de gran relevancia para las sociedades latinoamericanas y para avanzar con celeridad frente al desafío alimentario en nuestros países. José Carlos Arze se refirió al abordaje holístico y territorial de los sistemas agroalimentarios como parte del sistema alimentario; a la importancia de las coaliciones para su transformación a partir de redes e intercambios como éste, y a la necesidad de un observatorio de políticas sobre sistemas agroalimentarios.
La conferencia inaugural, sobre sistemas agroalimentarios como claves para la el desarrollo sostenible tanto rural como urbano, fue impartida por el Dr. Luis Felipe Arauz, ex Ministro de Agricultura de Costa Rica, profesor y exdecano de la Facultad de Ciencias Alimentarias, de la Universidad de Costa Rica. El Dr. Arauz exploró las interdependencias sistémicas entre lo rural y lo urbano, incluyendo intercambios de bienes y servicios en ambas vías. Desde lo rural, ello incluye la provisión de alimentos u otras materias primas, agua y servicios ambientales, y desde lo urbano bienes industriales, capital y servicios financieros. También se refirió a sus interdependencias sociales y culturales. Entre las varias contribuciones del sector agroalimentario en Costa Rica destacó el 70% de la canasta básica alimentaria. Mencionó asimismo sus aportes cualitativos en términos ambientales y de valores éticos relacionados con el trabajo rural; sus contribuciones al desarrollo rural, e intangibles como la incorporación de productos de origen agropecuario en bienes de consumo manufacturados.
Sobre los vínculos rural-urbanos, el Dr. Arauz enfatizó la interdependencia económica entre comunidades rurales productoras netas de alimentos y las ciudades como consumidores netas de los mismos, bajo relaciones inequitativas. Estas últimas se expresan en una relación inversa entre agregación de valor y márgenes de utilidad de productores primarios, agroindustriales, logística y comercialización en las cadenas, que se traduce en precios bajos para quienes producen y 2,7 veces mayores para quienes consumen dichos alimentos. Explicó asimismo la sustentabilidad económica, ambiental y social de los sistemas agroalimentarios, en su relación con el cambio climático y con la seguridad y soberanía alimentarias.
El conferencista subrayó cuatro contribuciones de los sistemas agroalimentarios a la seguridad alimentaria y nutricional (SAN): disponibilidad, acceso, consumo, y utilización biológica (valor nutritivo e inocuidad). Señaló también la función relevante de los sistemas locales de producción al asegurar la disponibilidad de alimentos durante la reciente pandemia. Se refirió al concepto de soberanía alimentaria como derecho de los países a definir su propia política agraria y alimentaria, promovido por organizaciones como Vía Campesina y practicado por países desarrollados que protegen a su agricultura, sin que sea sinónimo de autoabastecimiento completo. Destacó la importancia de la producción local para dinamizar a la economía rural, y el papel de las compras públicas de alimentos, que generan mayor equidad en las cadenas y en los sistemas agroalimentarios.
Para potenciar las interacciones para la sostenibilidad rural y urbana, el Dr. Arauz consideró que se requiere de un enfoque sistémico de la producción, comercio y consumo de alimentos, enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), con estrategias para lograr dietas saludables, calidad nutricional, intensificación sostenible de la producción, y gestión mejorada de la tierra y el mar. Destacó asimismo la necesidad de una reducción sustancial de pérdidas post-cosecha, lo cual -según estudios realizados- tendería a asociarse con mejores ingresos, asistencia nutricional y precios menores de los alimentos. Esto, a su vez, requiere de una visión sistémica y de mejorar la equidad en los sistemas agroalimentarios. Se refirió además a la bioeconomía como opción o vía de articulación positiva entre lo rural y lo urbano.
En sus conclusiones, además de las interdependencias y rural-urbanas y de la producción o consumo neto de alimentos en el campo y la ciudad, el conferencista planteó la necesidad de un enfoque sistémico para potenciar el aporte de los sistemas agroalimentarios al desarrollo sostenible de las zonas rurales y urbanas, a fin de resolver las inequidades en las cadenas alimentarias. Éste abordaje permitiría mejorar simultáneamente la disponibilidad de alimentos, los servicios ecosistémicos y la salud de las personas productoras y consumidoras, y desarrollar nuevos emprendimientos con alto valor agregado social y ambiental, en beneficio tanto de lo rural como de lo urbano.