Impulsar trayectorias de desarrollo económico local incluyente y sostenible en un contexto de posconflicto es una tarea tan necesaria como compleja. Necesaria porque para construir una paz duradera se requieren unas ciertas condiciones económicas (que se discuten más adelante en este documento). Y compleja porque, si bien esas trayectorias son imposibles en medio de la violencia e incertidumbre del conflicto armado, la terminación de las hostilidades deja al descubierto otras condiciones igualmente retadoras como la desigualdad, la exclusión y la corrupción en un contexto de globalización y cambio técnico acelerado. La terminación del conflicto armado tampoco desactiva las economías ilegales que, si bien pudieron crecer a su sombra, tienen el vigor para sobrevivir y florecer en tiempos de paz e incluso para colonizar al Estado (Kurtenbach & Rettberg 2018).