Acueductos comunitarios: territorio y memoria ambiental por la defensa del agua como bien común
Por: María Cecilia Roa, profesora del Cider de la Universidad de los Andes
En la primera semana de octubre de 2022 realizamos el tercer curso-taller con acueductos comunitarios, esta vez en el municipio de Páramo, Santander. Como en años anteriores, la alianza entre CENSAT Agua Viva y el Cider hizo posible reunir a más de 30 gestores comunitarios del agua y algunas organizaciones de apoyo provenientes de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Santander. Este año hicimos dos ejercicios nuevos: uno de memoria ambiental para identificar los hitos que han marcado la identidad de los acueductos, y otro sobre el papel de los acueductos comunitarios en el ordenamiento territorial alrededor del agua, en el marco de la propuesta del nuevo gobierno. Del ejercicio de memoria ambiental emergió un patrón en el relacionamiento de los acueductos con las entidades territoriales en el que los acueductos han tenido que defender la integridad de las fuentes de agua frente a la llegada de proyectos extractivos y de expansión urbana a los territorios. La minería de diversa índole llega a los territorios con la promesa del desarrollo económico y el apoyo interesado de la institucionalidad. En ciertos casos divide y debilita a las comunidades y en otros las fortalece en su defensa de valores asociados con la democracia hídrica, la soberanía alimentaria y la autonomía territorial.
El ejercicio de memoria ambiental guiado por Tatiana Acevedo partió de varios conceptos de la memoria ambiental como el de Kristina Lyons (2019) como un ejercicio de “elaboración y reelaboración social desde el presente, en perspectiva de futuro y desde posiciones situadas, casi siempre a partir de huellas, heridas, afectos o relatos intergeneracionales”. En este marco, los gestores señalaron a los actores, políticas e instituciones que en general han definido relaciones con el agua mediadas por infraestructura y los arreglos institucionales homogéneos e inapropiados a las condiciones locales, que los acueductos se resisten a aceptar. De estas relaciones históricamente tensas con el estado surgió en el año 2006 el referendo por el agua que buscaba la inclusión del derecho humano al agua en la constitución pero que fue bloqueado en el congreso. De esta lucha en el 2006 emergió la Red Nacional de Acueductos Comunitarios y la iniciativa de una ley propia que actualmente se prepara para su presentación y discusión en el congreso. También ha empezado a consolidarse el monitoreo ambiental comunitario que no se centra exclusivamente en indicadores de calidad del agua sino en la salud de las fuentes y los ecosistemas. Este cambio de enfoque es paradigmático puesto que no busca el diagnóstico y tratamiento de aguas ya afectadas por actividades humanas para su potabilización por parte de los acueductos, sino que se concentra en la recuperación y mantenimiento de las condiciones ambientales del territorio que permitan tratamientos mínimos para que el agua sea apta para el consumo humano. Del ejercicio de memoria también surgió con fuerza el espacio que han ido ganando las mujeres en la gestión del agua desde roles tradicionalmente masculinos como la fontanería, la tesorería, el monitoreo ambiental y la vocería ante las entidades del estado.
Este año también nos acompañó la Red Nacional de Acueductos Comunitarios y el capítulo de Boyacá que ha contado con el apoyo permanente de la psicóloga Alexandra Gutiérrez quien nos demostró cómo cambian las relaciones de los acueductos comunitarios con el estado a partir del fortalecimiento personal de gestores y gestoras y del derrumbe de estructuras mentales jerárquicas de obediencia incuestionable a las autoridades territoriales. Alexandra, junto a la abogada de la Red Nacional de Acueductos Comunitarios Camila Pérez Failach, nos presentó los avances de la ley propia en la que se proponen tres derechos: el derecho humano colectivo al agua, el derecho a la gestión comunitaria y el derecho a ejercer la protección de las fuentes de agua del extractivismo.
En el ejercicio liderado por Laura Sánchez y Diego Martínez de Censat Agua Viva sobre los retos y oportunidades del gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez se hicieron interesantes propuestas como el rediseño de los modelos público-privados para la prestación de servicios públicos hacia las alianzas público-comunitarias cuyo objeto sea la garantía de derechos y la provisión progresiva de servicios públicos; el reconocimiento de tecnologías apropiadas para territorios diversos y adecuadas a las economías locales; la democratización del acceso al agua mediante una reforma acuaria que parta de un replanteamiento de la forma como las autoridades ambientales representadas en las corporaciones autónomas regionales y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales – ANLA asignan las concesiones. La reforma acuaria debe enfrentar el acaparamiento y la privatización del agua, reconociendo que la inequidad en el acceso ha sido una causa directa e indirecta de la desigualdad social y de la profundización de los conflictos territoriales y del conflicto armado.
Mantuvimos las reflexiones que han sido importantes para los acueductos comunitarios de la región andina, sobre la hidrología de los nacimientos del agua y las pequeñas cuencas abastecedoras, y el rol de los suelos y los bosques en la regulación del ciclo del agua; el reposicionamiento de la gobernanza del agua, no como una prescripción normativa de ciertos grupos de interés, sino como una categoría analítica para cuestionar y entender las causas de la injusticia hídrica; y las siempre retadoras reflexiones sobre las relaciones con el agua desde la perspectiva de género.
El escenario del curso-taller para la gestión comunitaria del agua en el escenario de crisis hídrica y climática ha abierto espacios de reflexión y de experimentación de alternativas que esperamos llevar a otros territorios del país.
Referencia
Lyons, Kristina. 2019. “Ríos y reconciliación profunda: la reconstrucción de la memoria socioecológica en tiempos de conflicto y “transición” en Colombia”. Maguaré 33, 2: 209-245. doi: https://doi.org/10.15446/mag.v33n2.86201