El juego como herramienta pedagógica para la planeación urbano regional
Por: Adriana Hurtado, profesora del Cider, y Erik Vergel Vergel, profesor de la Facultad de Arquitectura y Diseño, de la Universidad de los Andes
El aprendizaje experiencial es una manera de cimentar conceptos, argumentos, debates y reflexiones con base en un rol activo de las y los estudiantes. Los juegos son herramientas ideales para llevar a cabo estrategias de aprendizaje experiencial, pues permiten que quienes participan se involucren intensamente en las actividades y a partir de este involucramiento puedan derivar luego reflexiones y aprendizajes. En el Cider hemos querido implementar uno de estos juegos como herramienta pedagógica para comprender las dinámicas de los mercados de suelo en las ciudades, los actores e intereses involucrados en estos procesos y cómo -y hasta qué punto- se pueden implementar instrumentos para orientar el desarrollo urbano hacia fines que beneficien a la colectividad y generen ciudades equitativas y sostenibles.
El juego E-Plus, del Lincoln Institute of Land Policy, es una herramienta pedagógica para comprender, desde lo experiencial, principios de economía urbana y políticas de suelo a partir de la interacción entre diferentes tipos de actores. El pasado sábado 14 de octubre, con apoyo del equipo del Instituto Lincoln y de la egresada Malena Rinaudo, tutora académica, facilitamos una sesión del juego con estudiantes de dos cursos de la Maestría en Planificación Urbana y Regional del Cider: Instrumentos de Planificación Territorial y Espacio Público, Equipamiento Urbano y Movilidad.
El juego inicia con una ciudad simulada en términos de la estructura espacial urbana (precios del suelo y su respectivo aprovechamiento), expresada en un tablero dividido en predios con distintos propietarios, infraestructura incompleta, áreas de importancia ambiental con riesgo de desastres, y un área de expansión urbana. Las y los estudiantes conformaron equipos con seis tipos de roles, que representan actores involucrados en el mercado del suelo urbano: gobierno, comerciantes, especuladores, y habitantes ricos, de clase media y pobres. Cada equipo tenía una agenda secreta para cumplir con los objetivos del juego, que obedece a sus diversas lógicas, recursos (predios y dinero) e intereses. El gobierno podía implementar algunos instrumentos de planificación urbana para regular el mercado de suelo, para financiar equipamientos e infraestructuras o para mitigar aspectos relacionados con el cambio climático.
Al cabo de tres rondas de transacciones inmobiliarias, la ciudad simulada se iba transformando de acuerdo con los objetivos de cada equipo, con las tensiones entre intereses en conflicto y con la capacidad de negociación y articulación entre actores. El juego dejó lecciones y aprendizajes como las tensiones entre la densificación y el desarrollo en expansión, cómo se distribuyen los costos y beneficios de la urbanización entre los grupos sociales, los efectos del cambio climático y las maneras para fortalecer las ciudades en resiliencia climática, y los posibles escenarios de colaboración y competencia entre actores. Las y los estudiantes expresaron que el juego les facilita comprender de manera didáctica principios de economía urbana y la manera en que las políticas de suelo y los instrumentos de gestión y financiación del desarrollo urbano pueden tener efectos en la estructura espacial urbana.