5. Conflictos relacionados con la Vulnerabilidad climática y riesgo de desabastecimiento
La Sabana de Bogotá enfrenta una creciente vulnerabilidad climática debido a su alta dependencia de fuentes hídricas externas y a la presión sobre sus recursos hídricos. El cambio climático intensifica fenómenos como sequías y lluvias extremas, afectando la disponibilidad y calidad del agua en la región. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el IDEAM (2022), la Sabana presenta un índice de uso del agua crítico y una vulnerabilidad hídrica muy alta, indicando una susceptibilidad significativa al desabastecimiento durante períodos secos.
El Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático -PNACC (2016) y la Política Nacional de Cambio Climático (2017), destacan la importancia de incorporar medidas de adaptación en la planificación territorial y sectorial. En el contexto de la Sabana de Bogotá, esto implica promover prácticas agropecuarias sostenibles, conservar ecosistemas estratégicos y mejorar la eficiencia en el uso del agua. Además, es esencial fortalecer la infraestructura verde y restaurar áreas degradadas para aumentar la resiliencia frente a eventos climáticos extremos.
En este contexto, la gestión integrada del recurso hídrico es fundamental para reducir la vulnerabilidad climática en la región:
- El sistema de abastecimiento hídrico de la Sabana de Bogotá depende en gran medida de fuentes externas, con el 75% del agua proveniente del Parque Natural Chingaza, el 22% de otros municipios cundinamarqueses y solo el 3% de la cuenca del río Tunjuelo. Esta alta dependencia de fuentes externas genera una presión significativa sobre los recursos hídricos de la región, aumentando el riesgo de escasez, especialmente durante los períodos de sequía, lo que plantea desafíos importantes para la gestión sostenible del agua en la zona.
- La provisión de agua en la Sabana de Bogotá enfrenta varios retos, siendo uno de los principales la eficiencia en la conducción del agua potable, se estima que en Bogotá el 34% del agua se pierde en la etapa de conducción entre las PTAP y los hogares, lo que implica un desperdicio significativo del recurso.
- Además, el tratamiento de aguas residuales es otro aspecto crucial, ya que la capacidad actual de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Bogotá solo cubre un 35% del caudal generado, y solo logra eliminar el 45% de la contaminación, lo que tiene un fuerte impacto ambiental. Por otro lado, la venta en bloque de agua a municipios genera conflictos por el acceso y distribución, exacerbando las tensiones sobre el suministro de agua en la región.
Adicionalmente, según los lineamientos de la Política Nacional de Cambio Climático la respuesta a los fenómenos asociados al cambio climático y la variabilidad climática deberían estar enfocados a establecer acuerdos multiactor y al establecimiento de directrices de escala regional, que puedan aplicarse al ordenamiento territorial de los municipios que conforman la Sabana de Bogotá. Entre los retos más relevantes para la región, destacan los siguientes:
En primer lugar, es necesario garantizar la integración en los instrumentos de planificación territorial, el Plan Integral de Gestión del Cambio Climático Territorial PIGCCT debe estar alineado con los planes de ordenamiento territorial (POT), esquemas de ordenamiento territorial (EOT) y planes de desarrollo municipales y departamentales. En la Sabana de Bogotá, esto significa que los instrumentos de planificación, como el POT de Bogotá, los municipios aledaños y los planes de manejo de cuencas, deben integrar las consideraciones del cambio climático, priorizando la protección de los recursos hídricos, el manejo sostenible del suelo y la restauración ecológica.
Como segundo reto, la gestión hídrica en un contexto de cambio climático y de alta vulnerabilidad hídrica, requiere que se incorpore el manejo eficiente del agua en los planes de ordenamiento territorial, esto incluye la implementación de medidas para reducir las pérdidas de agua, optimizar el uso de los recursos hídricos y fomentar la reforestación áreas de interés ecosistémico como Chingaza, fuente principal de agua para Bogotá y la región.
Tercero, dado el riesgo de sequías y lluvias extremas en la Sabana de Bogotá, debe articularse con los planes de gestión del riesgo de desastres locales y regionales, garantizando que se tomen en cuenta las amenazas derivadas del cambio climático y se implementen medidas de prevención, mitigación y adaptación.
Finalmente, y con el fin de asegurar la efectividad de las estrategias de adaptación y mitigación, es esencial establecer mecanismos de participación, monitoreo y evaluación continua, adaptando las políticas y planes a medida que evolucionan las condiciones climáticas y los impactos en la región.
BIBLIOGRAFIA
Gómez, Y., Oviedo, L., Correal, L., Romero, J. y Velasco S. (2018). Problemática de empresas mineras en Soacha (documento de trabajo No 4). Bogotá: Fundación Universitaria del Área Andina.
Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, (2022). BOLETIN DEL ÍNDICE DE CALIDAD DEL AGUA ‒ ICA 2022. https://sie.car.gov.co/items/59ba1165-4a5e-458c-82a3-56f9b21a373d