En los años 80, Luis vivía en San Alberto, Cesar, a unos 5 km de la empresa de palma de aceite donde trabajaba, en una casa que pagaba a través de un préstamo facilitado por su empleador. Hoy, Luis está jubilado, y quienes hacen el trabajo que él realizaba hace 30 años están vinculados a la empresa por medio de contratos temporales e indirectos, a través contratistas que no brindan estabilidad laboral y, mucho menos, beneficios para adquirir vivienda. La ya profunda informalidad laboral en el campo se ha acentuado por una tendencia hacia la flexibilización del trabajo que ha ocurrido tanto en Colombia como en otros países en las últimas cuatro décadas[1]. Las consecuentes condiciones de precariedad laboral en el campo dificultan las posibilidades de quienes trabajan para empresas agropecuarias de echar raíces y construir una vida estable cerca de su trabajo. Hoy, cuando las políticas de confinamiento por el COVID-19 requieren que todas las personas minimicemos nuestros desplazamientos por fuera de la casa, el abastecimiento de alimentos se ve amenazado por las condiciones de inestabilidad laboral que afrontan las y los trabajadores del sector agropecuario.
Diferentes medios de comunicación han registrado cómo esta situación ha puesto en jaque las cosechas de café, fresas y otros productos. "Cafeteros del Tolima preocupados por falta de recolectores para la cosecha", escribió RCN Radio el 21 de abril. "No hay manos para recoger la cosecha de fresas en el confinamiento español", informó Deutsche Welle el 15 del mismo mes[2]. Si bien las medidas de confinamiento en el mundo contemplan excepciones para quienes trabajan en las cadenas de abastecimiento de alimentos, el debilitamiento de las condiciones laborales en el campo dificulta que las trabajadoras y los trabajadores puedan acudir a sus sitios de trabajo. La ausencia de estabilidad laboral y de acceso a los beneficios que les permitirían construir una vivienda e instalarse cerca a su lugar de trabajo, como lo hizo Luis en los años 80, hacen que deban movilizarse desde municipios lejanos en medio de restricciones al transporte intermunicipal y a través de fronteras en las que algunos gobernantes han restringido el ingreso de personas desde otros municipios.
En los años 80 Luis pertenecía a un sindicato de trabajadores de palma. A través de movilizaciones sociales y negociaciones con la empresa en los años 70, el sindicato había logrado que sus miembros tuvieran contratos laborales formales y estables, además de acceso a crédito para construir vivienda. Esto fue parte de una tendencia más amplia. En las décadas de 1960 y 70, tanto en Colombia como en otros países, diferentes sindicatos ganaron luchas en pro de la formalización laboral y el mejoramiento de las condiciones de vida para trabajadores[3]. Sin embargo, hacia los años 80 y 90, diferentes gobiernos, incluido el colombiano, introdujeron reformas que permitieron a las empresas flexibilizar las condiciones de los contratos laborales[4]. De ahí en adelante, el aumento de la contratación por prestación de servicios y la tercerización laboral erosionaron las posibilidades de las trabajadoras y los trabajadores de construir estabilidad entorno a su trabajo. Esta situación ha sido particularmente difícil en la agricultura, donde diferentes empresas han usado figuras como las cooperativas de trabajo asociado o la agricultura por contrato para evadir sus obligaciones como empleadoras.
Hoy en día, el 80% de los trabajadores del campo trabajan en condiciones de informalidad[5]. Son trabajadores que no tienen acceso a prestaciones sociales ni contratos formales. Sus fuentes de trabajo pueden acabar de un momento a otro y enfrentan una profunda incertidumbre sobre las posibilidades de conseguir otro empleo en la región. Este contexto de inestabilidad laboral no brinda condiciones para que estas personas puedan asentarse de manera permanente cerca a sus puestos de trabajo. Sus familiares deben vivir en otros lugares y, si quisieran construir una vida estable en torno al trabajo, usualmente no tienen acceso a beneficios de crédito como los que tuvo Luis.
Diferentes empresas agropecuarias han recurrido a estrategias de precarización del trabajo para reducir sus costos y los precios finales para las y los consumidores. Sin embargo, hoy, en un contexto de confinamiento y crisis, esas mismas estrategias de reducción de costos amenazan la capacidad de operación de estas empresas y pueden llegar a encarecer o limitar la diversidad de alimentos. La formalidad y calidad del empleo son fundamentales para la estabilidad de las cadenas de abastecimiento de alimentos y otras materias primas. El contexto de crisis actual señala la importancia y urgencia de construir legislación y prácticas laborales justas en el campo y otros sectores. Las condiciones de empleo del personal agropecuario y el abastecimiento de alimentos están entrelazadas a través de las cadenas de abastecimiento de alimentos. La calidad y estabilidad del empleo en el campo definen tanto las condiciones de vida de trabajadores como quienes reemplazan a Luis en aquel cultivo de palma donde trabajaba hace 30 años, así como la posibilidad de acceder al café, las fresas, y demás alimentos que diferentes personas consumimos cada día.
[1] Oliver Pye, “Agrarian Marxism and the Proletariat: A Palm Oil Manifesto,” Journal of Peasant Studies (2019): 1–20; Diego Guevara, “Globalización y Mercado de Trabajo En Colombia: Algunas Consideraciones en el marco de La Flexibilización Laboral,” Reflexión Política 5, no. 10 (2003): 102–14.
[2] Enrique Anarte, “No Hands to Harvest Strawberries in the Spanish Coronavirus Lockdown,” Deutsche Welle, 2019, https://www.dw.com/en/no-hands-to-harvest-strawberries-in-the-spanish-co... María Alejandra Rodríguez Forero, “Cafeteros Del Tolima Preocupados Por Falta de Recolectores Para la Cosecha,” RCN Radio, April 21, 2019, https://www.rcnradio.com/colombia/region-central/cafeteros-del-tolima-pr....
[3] Centro Nacional de Memoria Histórica, Y a La Vida Por Fin Daremos Todo...Memorias de Las y Los Trabajadores y Extrabajadores de La Agroindustria de La Palma de Aceite En El Cesar. 1950-2018 (Bogotá D.C.: Centro Nacional de Memoria Histórica, 2018); Pye, “Agrarian Marxism and the Proletariat: A Palm Oil Manifesto.”
[4] Guevara, “Globalización y Mercado de Trabajo En Colombia: Algunas Consideraciones en el Marco de La Flexibilización Laboral.”
[5] Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, “Perfil actual de la informalidad laboral en Colombia: estructura y retos,” 2018, https://www.urosario.edu.co/Periodico-NovaEtVetera/Documentos/Reporte-La....