Para responder a esta pregunta, primero debemos preguntarnos por qué nos comportamos como lo hacemos ¿hay alguna regla que nos guíe en las situaciones diarias y nos ayude a encontrar el comportamiento adecuado? Estas reglas sociales no tienen que ser escritas formalmente, por ejemplo: cuando la gente en un autobús espera que cedamos nuestro asiento a una persona mayor, no hay ninguna regla escrita que nos ordene hacerlo; más bien, las experiencias pasadas y la presión social nos han enseñado que debemos levantarnos - porque si no, podríamos ser sancionados por otras personas. Este ejemplo ya nos muestra los ingredientes de lo que son las instituciones sociales: patrones de interacción estables que se basan en expectativas y concepciones mutuas de legitimidad, y que pueden ser sancionados en caso de desviación (Bathelt y Glückler, 2014).
En las teorías de desarrollo regional, las instituciones sociales se reconocen cada vez más como importantes factores que explican por qué las intervenciones de política funcionan de manera diferente en distintos contextos. La investigación académica está de acuerdo en que las intervenciones políticas deben ser sensibles al lugar y a las instituciones para que tengan mejores posibilidades de éxito. Pero hay tres problemas concretos que dificultan el análisis institucional y, por lo tanto, la creación y la efectividad de tales políticas.
En primer lugar, no hay una definición clara de lo que constituye realmente una institución.
Muchas definiciones son de carácter global en el sentido de que incluyen todo, desde las reglas formales hasta los hábitos, las normas, etc… ¿Pero cómo se supone que vamos a analizar esto? Necesitamos una definición más específica para poder ser precisos y mostrar la relación mutua entre los actores (individuos y organizaciones), la regulación formal y el comportamiento real de las personas (es decir, las instituciones). Por eso – y al contrario del uso común del término – en primer lugar excluimos a las organizaciones de la definición de instituciones. En línea con North (1990), argumentamos que las organizaciones son actores o jugadores colectivos cuya acción se basa en las propias instituciones (Glückler y Lenz, 2016). Sin embargo, a diferencia de North (1990), también hay que excluir la regulación formal del término institución porque en muchas ocasiones, el comportamiento de la gente no sigue las reglas. Podemos imaginarlo como un juego: las organizaciones (y los individuos) son los jugadores, las regulaciones formales son las reglas – y las instituciones son en realidad el juego. Para dar un ejemplo muy simple: El estado podría haber introducido la regla de no cruzar la calle cuando el semáforo está en rojo – pero la mayoría de nosotros todavía lo hace, al menos cuando no hay coches.
En segundo lugar ¿cómo son diferentes las instituciones en las distintas regiones?
La investigación académica está de acuerdo en que las instituciones varían de una región a otra, y que las supuestas "buenas instituciones" son difíciles de imitar o de transmitir a otros lugares. A fin de crear políticas que tengan en cuenta las realidades institucionales de una región, es necesario comprender la forma en que las instituciones difieren de una región a otra y la forma en que son especiales en una región. Pero hasta ahora no hay muchos estudios que traten de caracterizar estas diferencias.
Para dar un ejemplo de mi propia investigación, hemos investigado por qué dos regiones europeas estructuralmente similares, el País Vasco en España y la región Baden-Württemberg en Alemania de, han encontrado diferentes soluciones políticas al mismo problema de sucesión en empresas familiares. Ambas regiones se enfrentan al reto de un número creciente de empresas familiares que buscan un sucesor y un número cada vez menor de posibles sucesores debido a los cambios demográficos. Mostramos que cada región ha desarrollado políticas de acuerdo con sus instituciones dominantes: Mientras que, en el País Vasco, la familia era más importante, la lógica de los negocios dominaba el comportamiento de las empresas familiares alemanas. En consecuencia, las políticas vascas se centraron en encontrar soluciones de cómo mantener la empresa dentro de la familia, mientras que las políticas alemanas se concentraron en mantener la empresa viva en primer lugar.
Una tercera dificultad en el análisis institucional es la cuestión de ¿cómo pueden cambiar las instituciones que son estables por definición?
Tanto la investigación institucional como la geografía económica se enfrentan al reto de comprender la generación y transformación de las instituciones sociales. Pero aquí me gustaría tomar como ejemplo el trabajo de los filósofos Cristina Bicchieri y Hugo Mercier (2014). Trabajando junto con la ONG Tostan para abolir la mutilación genital femenina (MGF) en Senegal, han descubierto que una de las razones por las que es tan difícil cambiar una institución (pauta de conducta normativa) es que normalmente hay varias instituciones que están conectadas entre sí – algunas más centrales que otras. Y para cambiar una, otras podrían tener que cambiar también. Por ejemplo, en el caso de la MGF, las convicciones religiosas y culturales jugaron un papel crucial. Los autores han demostrado que para conseguir que la gente aboliera la MGF, no servía de nada atacar la práctica decirles que por favor lo dejaran. Más bien la gente debe estar convencida de que sus opiniones y valores culturales fundamentales están mejor servidos por una nueva práctica ¿Pero cómo hacerlo?
Las nuevas prácticas pueden aceptarse más fácilmente si una persona respetada y con autoridad las respalda, o si son el resultado de un amplio debate de grupo que se centra en la búsqueda de soluciones alternativas. Pero como la gente siempre temía que los demás se quedaran con la vieja práctica, y que su hija fuera la única que no encontrara marido, finalmente sólo hacer un juramento público hizo posible que todos cambiaran su comportamiento. Porque mantener un juramento público se consideraba una norma aún más importante que no se puede romper.
Si desea saber más sobre las instituciones, por favor haga clic aquí para ver un video que explica (en inglés) un poco más sobre las instituciones sociales y su posible cambio.
Bibliografía
Bathelt H, Glückler J (2014) Institutional change in economic geography. Progress in Human Geography 38, 340-363.
Bicchieri C, Mercier H (2014) Norm and beliefs: How change occurs. In: Xenitidou M, Edmonds B (eds.) The Complexity of Social Norms. Heidelberg: Springer, 37-54.
Glückler J, Lenz R (2016) How institutions moderate the effectiveness of regional policy: A framework and research agenda. Investigaciones Regionales 36, 255-277.
North DC (1990) Institutions, institutional change and economic performance. Cambridge: Cambridge University Press.