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El cambio climático es tal vez el reto más importante que enfrenta la humanidad actualmente. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) creado en 1988 por las Naciones Unidas define el cambio climático como el “cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables” (IPCC, 2013; p. 188). Esta definición diferencia entre el cambio climático atribuido a la actividad humana y el que está relacionado con causas naturales.
Del mismo modo, las migraciones son un fenómeno global que ha crecido de manera exponencial y ha adquirido una gran importancia en la agenda política de los Estados en los últimos años. De acuerdo con el Departamento de Asunto Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (UNDESA) para el año 2019 se estimó que la cifra de migrantes internacionales corresponde a 272 millones de personas, equivalente al 3,5% de la población mundial.
Aunque recientemente ha incrementado el interés y la cantidad de estudios académicos interesados en comprender la relación entre el cambio climático ocasionado por la acción humana y la migración internacional, es un tema sobre el que todavía existen muchos interrogantes y vacíos, de ahí el interés en identificar los avances y desafíos en el estudio de la relación entre estas dos variables. Si bien no es nuevo el vínculo entre clima y migración, puesto que las personas históricamente han migrado dependiendo de las condiciones climáticas de su entorno, las consecuencias del cambio climático y la degradación ambiental asociada a este fenómeno han incrementado en las últimas décadas el interés por este tema (OIM, 2017).
Vale la pena aclarar que el alcance de este breve escrito no corresponde a una revisión exhaustiva y profunda del tema, el propósito es esbozar la importancia del nexo entre cambio climático y migración en el marco de los estudios de sustentabilidad y del mismo modo poner de manifiesto la relevancia de contar con evidencia empírica que contribuya mejor a comprender esta relación de cara al necesario fortalecimiento político e institucional que debe haber frente a esta cuestión.
El Informe Mundial sobre Migración 2020 que elabora anualmente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, 2019), dedica un capítulo específico para analizar la relación entre la movilidad humana y el cambio ambiental. Este informe muestra que cada año millones de personas entre hombres, mujeres y niños cambian su lugar de residencia en respuesta a desastres naturales ambientales o previendo su ocurrencia (OIM, 2019).
La intención de las personas de partir o quedarse ante situaciones de estrés ambiental, está determinada también por factores de índole económica, política y cultural en interacción con los fenómenos climáticos (OIM, 2019). Sin embargo, se ha encontrado una relación entre variables climáticas como la temperatura y las precipitaciones y la decisión de migrar, particularmente Falco (2019) analiza el papel de la agricultura como uno de los sectores más afectados por el cambio climático y la considera una variable mediadora de la relación entre estas dos variables, especialmente en los países de bajos ingresos.
La migración por motivos ambientales ha sido vista al menos de tres diferentes formas en los ámbitos político y académico: 1) como un asunto de seguridad relacionado con la migración irregular y en la que se concibe al migrante como un factor para la inestabilidad en lugares de destino; 2) como una cuestión de protección derechos humanos, perspectiva en la cual los migrantes son vistos sin capacidad de agencia o poder de acción; y, 3) como una cuestión de adaptación y gestión del riesgo, en la que los migrantes son vistos como seres empoderados y con capacidad de decisión en el marco de las situaciones que motivan su movilidad (OIM, 2019).
De las tres perspectivas, la más problemática puede llegar a ser la que privilegia la seguridad, puesto que podría ocasionar un aumento en las expresiones de xenofobia en el contexto de la migración inducida por el clima. En este sentido, Telford (2018) realiza un interesante aporte mediante un estudio en el que a través de análisis de contenido de algunos discursos de seguridad de los Estados Unidos y la Unión Europea, intenta hacer una representación de cómo estos países desarrollados conciben la migración inducida por el clima y pone de manifiesto las contradicciones en sus discursos. El autor encuentra que existe una racialización de los musulmanes y africanos como amenaza para la seguridad y como posibles ejecutores de actos terroristas o violentos, lo que lo lleva a plantear la importancia de superar estas narrativas en el marco de la formulación de políticas dirigidas al abordaje de la migración con relación al cambio climático.
En esta misma línea, Hendrixon y Hartmann (2019) exploran las narrativas subyacentes a los discursos de la sobrepoblación como causante de la escasez y el deterioro ambiental del planeta. A través del análisis de perspectivas neomalthusianas que atribuyen la pobreza al crecimiento poblacional, se generan estereotipos sobre poblaciones como los migrantes que son vistos como una amenaza para los países desarrollados puesto que, desde este punto de vista, llegan a deteriorar el entorno de su lugar de destino, luego de haber hecho lo mismo en el lugar de origen. Esta forma de concebir la relación entre la migración y el cambio climático naturaliza la desigualdad y al mismo tiempo estigmatiza a los migrantes.
Una visión distinta presentan Yadav y Rattan (2018) quienes abordan la vulnerabilidad de las mujeres frente al cambio climático, particularmente en las áreas rurales, donde deben desempeñar actividades que pueden poner en riesgo su salud y acceso a mejores oportunidades. Si bien no abordan la relación del cambio climático con la migración, en su propuesta resaltan el papel de las mujeres no como víctimas de los fenómenos ambientales, sino como agentes de cambio y esperanza para la mitigación de fenómenos climáticos en sus lugares de residencia. Este abordaje contempla la perspectiva de derechos y la de gestión de riesgos, es decir, concibe a las mujeres como dotadas con poder de acción para afrontar los retos que impone el entorno. De esta manera, los autores muestran la importancia de involucrar a las mujeres en la formulación de planes y políticas que permitan hacer frente al cambio climático y para esto la importancia de brindarles oportunidades de formación y de desarrollo económico y productivo.
Posiblemente es difícil encontrar un tema que genere tanta incertidumbre como la migración inducida por el cambio climático. Se calcula que debido a la acción humana ha habido un incremento de 1° C con relación a la temperatura en la época preindustrial, si este llegara a 1,5° o 2°C, las consecuencias serían fatales para la humanidad y para muchas especies que habitan el planeta (IPCC, 2019). Esto hace que sea necesario y urgente el establecimiento de políticas y acuerdos internacionales que permitan detener el avance de esta problemática, que llega a poner en entredicho incluso la supervivencia de la humanidad y que evidentemente guarda una relación estrecha con la movilidad humana.
Referencias
Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas – UNDESA (2019). Stock migrante internacional 2019. Disponible en: https://www.un.org/en/development/desa/population/migration/data/estimates2/estimates19.asp
Falco, C., Galeotti, M. & Olper, A. (2019). Climate change and migration: Is agriculture the main channel? Global Environmental Change, 59, 1-26.
Hendrixon, A. & Hartmann, B. (2019). Threats and burdens: Challenging scarcity-driven narratives of “overpopulation”. Geoforum, 101, 250-259.
International Panel of Climate Change – IPCC (2019). Calentamiento global de 1,5°C. Informe especial. Disponible en: https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/sites/2/2019/09/IPCC-Special-Report-1.5-SPM_es.pdf
International Panel of Climate Change – IPCC (2013). Glosario. S. Planton (ed.). En: Cambio Climático 2013. Bases físicas. Contribución del grupo de trabajo I al Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático. Cambridge University Press. Disponible en: https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/08/WGI_AR5_glossary_ES.pdf
Organización Internacional para las Migraciones – OIM (2017). Migraciones, ambiente y cambio climático. Estudios de caso en América del Sur. En: Cuadernos Migratorios N°8. Buenos Aires: Oficina Regional para América del Sur OIM.
Organización Internacional para las Migraciones – OIM (2019). Informe sobre las Migraciones en el Mundo. Ginebra: Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Telford, A. (2018). A threat to climate-secure European futures? Exploring racial logics and climate-induced migraton in US and EU climate security discourses. Geoforum, 96, 268-277.
Yadav, S.S. & Rattan, L. (2018). Vulnerability of women to climate change in arid and semiarid regions: The case of India and South Asia. Journal of Arid Environments, 149, 4-17.
