La relación entre planificación y desarrollo urbano y regional ha sido uno de los ejes de las investigaciones del Cider desde su fundación en 1976. Desde hace más de cuatro décadas, el Cider ha sido líder en temas de planificación territorial en Colombia, tanto en formación de posgrado como en investigación y proyectos de consultoría con entidades del sector público, privado, comunitario y cooperación internacional.
En cuanto a la formación de posgrado, el Cider tiene dentro de la línea de investigación en planificación, gobernanza y desarrollo territorial dos programas: la especialización en Gestión y Planificación Territorial, cuya versión completamente virtual y dirigida a público de toda América Latina estamos lanzando este año, y la Maestría en Planificación Urbana y Regional, que, en su versión actual, está cumpliendo ocho años.
En un aniversario anterior de la maestría habíamos hecho un recuento de su historia y los temas y retos que motivaron la creación del programa. Hoy, resaltamos que la maestría en planificación urbana y regional del Cider es un programa de posgrado consolidado en Colombia, con redes en América Latina, interdisciplinario por definición y diverso en muchos sentidos.
Con una mirada crítica, interdisciplinaria y pensada desde la realidad latinoamericana, por este programa han pasado estudiantes de diversas disciplinas, lugares de origen, trayectorias e intereses profesionales. Hoy tenemos 58 estudiantes activos y 109 egresadas y egresados.
Al ser un programa de modalidad combinada o blended, ofrece la oportunidad a estudiantes que no viven en Bogotá de participar en sesiones virtuales semanales, y asistir presencialmente a la universidad cada tres semanas para encontrarse con compañeras/os y profesores. Un 32% de nuestros estudiantes vive fuera de Bogotá, y 1% fuera de Colombia.
Al ser un programa que nace en una facultad interdisciplinaria y no un departamento de arquitectura como ocurre con la mayoría de maestrías en planificación urbana del país y de la región, tenemos una amplia diversidad de disciplinas, repartida entre distintas ingenierías, ciencias sociales y arquitectura casi en partes iguales, seguida por economía y derecho, y con participación también de profesionales en ciencias naturales y de la salud, en comunicación y diseño, en gobierno y relaciones internacionales y en administración y finanzas. Esta diversidad nos ha permitido enriquecer las discusiones y establecer vínculos y redes entre profesionales que trabajan en muy diversos sectores.
La maestría ofrece también una diversidad de temas y énfasis. Actualmente, el programa ofrece un énfasis en investigación, con un trabajo de grado que puede ser un artículo académico o un documento de política, y otro en profundización, que consiste en participar en un ejercicio de consultoría para organizaciones reales. Sin importar el énfasis del estudiante, la maestría ha ofrecido en sus distintas cohortes concentraciones en temas relevantes para la planificación urbana y regional, como movilidad, espacio público y equipamiento, desarrollo económico local, medio ambiente y sostenibilidad, y ofrecerá una nueva concentración en vivienda y hábitat.
Tenemos egresados y egresadas que se desempeñan en diversos cargos en el sector público, privado, comunitario, de cooperación internacional u organizaciones no gubernamentales relacionadas con procesos de planificación y ordenamiento del territorio. En su paso por el Cider, las y los estudiantes han podido interactuar con un cuerpo docente interdisciplinario, aprovechar escenarios de aprendizaje mutuo e intercambio con organizaciones aliadas en América Latina, participar en proyectos de investigación y de consultoría.
En estos ocho años, la maestría se ha convertido en un espacio de fortalecimiento de redes, aprendizaje colaborativo y proyección profesional que se apoya en la interdisciplinariedad y en la diversidad para avanzar hacia el objetivo de formar profesionales líderes en la generación de lineamientos, programas y políticas orientadas a resolver conflictos en procesos de planificación, para lograr territorios sostenibles y contribuir al desarrollo local y regional de los países latinoamericanos.